A long habit of sadness

viernes, 20 de noviembre de 2009 by Mauricio

















Te quise sin
saber nada de ti.
Sólo sabiendo
tu risa.
Sólo sabiendo
tu voz,
sólo sabiendo
el
nombre del libro
que querías leer.
Y ahora que el
camino me lleva
a la salida
de ese encuentro,
ahora que es el tiempo del adiós,
ahora que ha quedado atrás el nudo que nos ató...
Ya recorridas por mis pies tus montañas,
ahora que nos ha propuesto
el juego del silencio y el olvido, yo me niego a aceptarlo.
Me callo, sí, me quedo quieto, ovillado en mí mismo, triste, tan triste...
Y sin embargo, mi tristeza no llama la atención de nadie,
porque me han visto triste tantos años...
Y no te escribo con tinta azul, y no hago sonar la campanilla alegre de tu teléfono,
y no te traspaso con mi voz...
No, Solamente te amo desde mi torre más alta y mas alejada de las
manos que puedan abrir sus puertas.
Sólo tú llegaste allí, porque tendi una escalera de lágrimas
de plata para que pudieras ascender hasta ella.
He roto aquella escalera...

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Yeah!

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