No importa quiénes seamos, no importa dónde vivamos, todos tenemos unos límites. A veces reales, a veces imaginados. Muchos de nosotros nos contentamos con vivir dentro de esos límites; otros están obligados a ello. Pero algunos necesitan romper esos límites, atravesarlos para salir fuera, aunque lo que les espere fuera sea algo desconocido o aterrador.
Programe esta entrada unos minutos después que desocupe el notebook de mi primo, en este momento debería estar fumando un cigarro y razonando de algunas cosas las cuales han ocurrido últimamente, Mayra si llegas a leer esto, tal vez sea mejor que no sepa nada de ti por un buen tiempo, no daré razones...solo búscalas tu misma.